Saigón vs Ho Chi Min

La estación de bus (desde Can Tho) se encuentra, prácticamente, en el extremo este de la ciudad, mas lejos del centro que el aeropuerto. Por lo tanto el taxi tardará un ratillo y si hay atasco más.

Saigón es la primera ciudad donde vemos turista americanos con camisa hawiana y 800 donuts en el estomago. El ambiente en el centro es similar (similar, no igual) al de una capital occidental de obligada visita para guiris. Bares y rincones concebidos bajo el patrón «hemos venido a pasárnoslo bien» en los que te lo pasas bien. Como ciudad se nota mucho más potente que Hanoi.

Pasamos aquí un día y medio y no nos dio tiempo a hacer mucho más que pasear por el centro y callejear un poco más allá. Así que no puedo contar mucho sobre monumentos y museos, pero hay un par de experiencias destacables.

Por primera vez en mi vida inauguro un hotel. Lo vimos en booking, estaba al 50% o menos por apertura (si no tienes comentarios ni valoraciones te tienes que buscar la vida). El servicio mejor que excelente, la habitación genial, la piscina en el ático impresionante, el desayuno orgásmico.

Uno puede pensar que en un país como Vietnam toda la fruta será impresionante. Lo es a la vista, pero ellos también tiran de cámara refrigeradora y métodos modernos que hacen que la fruta dure hasta el infinito pero que no sepa a nada. No creo que haya criterio para saber en que restaurante u hotel la fruta es buena o de cámara. Por ejemplo, en Can Tho, en el corazón del Mekong, la fruta del hotel Irish era mediocre, sin embargo, los batidos del ático eran excelentes. Así que ya ves, dentro de la misma propiedad no compran lo mismo. Puedes ir a un bar muy humilde, puede que precisamente por eso, porque el paisano pone solo la fruta que saca de su huerto o porque le compra a una paisanina de las que se hacen 3 horas de bici ida y 3 vuelta desde el pueblo con la cosecha del día, tenga un producto impresionante. Y sin embargo el restaurante de enfrente o el hotel de 4 estrellas, con mucha mejor pinta, te ofrezca una fruta sin sabor.  Esto también pasa en Valencia. Tienen unas naranjas acojonantes, pero vas a un Mercadona del Turia y te preguntas si no tendrán una máquina que les saca el sabor para que te jodas.

Bueno pues en el Liberty había un bufet con más colores de los que crees que existen. Cantidad de frutas diferentes, todas sabrosas. Un cocinero que te hace batidos y zumos en el momento, tortillas… y me atrevería a decir que lo que le pidieses. Dulces riquisimos (esto no me pareció habitual en hoteles y restaurantes, salvo raras excepciones). En resumen, si te coincide y puedes, te lo recomiendo.

También es muy curioso observar como trabaja esta gente para arrancar un hotel. Si no fuese porque nos confundimos de piso al pulsar el botón del ascensor ni nos hubiésemos dado cuenta de que la mitad del hotel estaba aun en construcción. Por experiencia profesional, cuando aquí abre una empresa van probando cosas y personal de forma muy rata, que a la larga siempre les cuesta más pasta. Esta gente abre a tope pero de forma muy lógica para prueba y ensallo. Hay personal a reventar para que nada falle y por la misma razón solo tienen dos plantas operativas con clientes, es decir, hay tanto personal como clientes, se testean los defectos y se pueden subsanar rápido. Por ejemplo, las llaves electrónicas se borraban, si le pasa esto con 200 habitaciones vendidas y dos personas en recepción montas un cacao tremendo. Con 20 clientes y 5 personas en recepción, 2 de ellas con experiencia en otros hoteles de la compañía y en el sistema informático, las cosas se resuelven a toda velocidad y se pasa informe para que se repare de forma definitiva. Otro ejemplo, en el desayuno ponen los zumos hechos y a un cocinero para que los haga, todo colocado de una forma concreta y tres managers observando y comentando todo para ir viendo que funciona, que no, que habrá que cambiar de sitio… Esto solo se puede hacer con un sistema organizado para que las obras en el interior no se crucen con los clientes. La consecuencia es que empiezas a facturar mientras testeas a un cuarto de gas, luego a medio y luego al completo, y no te estrellas si algo sale mal.

Gastronomía

Nos fuimos a comer a un restaurante que nombraban en una especie de entrevista en la LP y esta vez si, esta vez puedo decir que la guía y su entrevistado acertaron de pleno. Una autentica maravilla de menú degustación basado en platos tradicionales de la cocina vietnamita al estilo de la cocina de autor.

Aunque el Xu abre todo el día, la carta solo se sirve en el comedor de la primera planta en horas de costumbre, el resto del día hay una carta de picoteo y permanece abierta la planta de abajo que es una especie de pub moderno con sofás, mesas bajas y mesas altas. Llegamos a punto de cierre (4:30 más o menos) así que nos quedamos abajo en una mesa alta pero si pudimos probar el muy acojonantemente seven course tasting (el último de esta lista) . Lo probamos sin el  maridaje de vino y cocktails incluido, si volviera no cometería ese pequeño error.

Como bien sabéis por otros blogs de inferior calidad a este (que ya es difícil) los vietnamitas son todos unos mentirosos, en el Xu no van a ser menos y el menú de siete platos realmente no tiene siete platos… tiene 14 y pico. Bromas a parte, cada plato lleva dos «tapas» diferentes y tienes que tener un buen saque para acabarlo. Pero ¿qué ocurre si a mitad de la aventura no puedes más? Aquí viene un detalle que no vi nunca ninguna parte. El camarero nos indica que si no nos apetece continuar ahora, podemos ir a dar una vuelta y volver a la hora de merendar o de cenar, sin ningún tipo de problema, a terminar el resto de platos. A alguno os parecerá una bobada, a mi me parece chapó.

Si llegas a Vietnam por Saigón te recomendaría empezar por este restaurante y por este menú para que te hagas una idea global de la cocina local. Aunque el formato sea vanguardista el resumen sobre la herencia culinaria tradicional es perfecto. Vas a flipar cuando te comas el cangrejo con cascara.

El momento de mayor tensión son los postres. Apenas hemos probado un par de cosillas dignas de mención en todo el viaje (el otro buen postre fue el del Green Mango de Hoi Aan). Impresionante, este es el pico de las 14: 4 miniaturas dulces perfectas.

El precio lo podéis ver en la web. En mi opinión, si en Vietnam hubiese guía Michelín (ya tienen huevos los franchutes, siendo una gastronomía tan potente y habiendo sido colonia suya que no tengan el detalle de editar algo sobre el país) este restaurante tendría 2 estrellas, si de la calidad y ejecución y presentación dependiese.

Tiendas

Nosotros recorrimos un mix de lo recomendado en la LP y del blog de vietnamitas en Madrid. Esto es, mercadillos con mercachifles y falsificaciones de todo tipo, merchandising de recuerdos, alguna tienda de deporte… Digo lo mismo que ellos, si te interesa algún modelo concreto de zapatillas o chándal lleva el precio apuntado y mira a ver si te compensa. A mi este tipo de comercio no me da más, creo que esperando a las rebajas, aquí, te puede salir por el mismo precio o menos el material deportivo auténtico y no necesito que los polos lleven logo. Estuve tentado de comprarme un trolex de aspecto antiguo pero al final pasé.

Vimos una tienda de diseño muy chula. Actualizaba los objetos tradicionales dando un punto de color (tenedores de cuerno por ejemplo). La tontuna hizo que no fuésemos capaces de encontrarla jamás. Si alguien la ve que me lo diga y lo pongo aquí. Seguramente haya más tiendas de este tipo y otras más interesantes que los mercadillos de falsificaciones, las tiendas de merchandising turístico y las de Nike o Adidas. No estaría mal ir contando alguna para el que no le apetezca lo anterior (en Hanoi os conté la de los sellos y los afiches, aunque estos productos se venden en más sitios creo que aquellas son las únicas autenticas que vi).

Bares.

Bajo el irresistible nombre de Patio de la Antigua Refinería de Opio, se esconde un conjunto de bares totalmente enfocados al turisteo. No queda nada que haga adivinar que allí hubo tal refinería tiempo atrás. Casi puedo decir lo mismo que en el anterior párrafo: tiene que haber sitios más interesantes. Siento no poder hacer más que esta reivindicación.

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